La Confederación General del Trabajo (CGT), a través de un comunicado, ha mostrado su pesar tras conocerse el derrumbe de la bóveda del atrio de la iglesia del pueblo de Ruesta. Parte del techo de este inmueble se ha venido abajo el pasado 27 de diciembre, impidiendo la entrada al edificio e incrementando la amenaza de derrumbe por otras partes del mismo.
La CGT, que durante los últimos meses lleva colaborando con el consistorio de Urriés y la Dirección General del Patrimonio del Gobierno de Aragón en la redacción de un plan urbanístico y un “Plan de actuación para la recuperación de Ruesta” en el contexto de revitalización del Camino de Santiago aragonés, manifiesta que en los últimos años ha intentado establecer comunicación con la CHE, propietaria de Ruesta, con el objetivo de reiniciar las labores de rehabilitación, sin éxito. En este sentido, la CGT también lleva tiempo solicitando la reposición de un nuevo cámping al quedar el anterior bajo la cota de inundación del embalse de Yesa.
A pesar de que inicialmente el coste de las tareas de conservación de inmuebles de Ruesta se compartían con la CHE y el gobierno aragonés, posteriormente se inició una etapa de “bloqueo” por inacción de la actividad rehabilitadora que, posiblemente, estuvo motivada por los desencuentros entre la organización anarcosindicalista y las mismas administraciones a causa de la denuncia del recrecimiento del embalse de Yesa.
CGT recuerda que los bienes culturales que permanecen en Ruesta poseen un alto valor histórico y artístico, estando ligados al Camino de Santiago, y su lamentable pérdida está suponiendo sin duda un fracaso importante en su conservación.
CGT no quiere dejar pasar la oportunidad de proponer la creación urgente de una “Mesa de Ruesta”, en la que participen más administraciones con responsabilidad en el lugar, con el objetivo de coordinar acciones que logren gestionar adecuadamente el conjunto de bienes que permanecen en Ruesta.
Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT