Los tritones de Ruesta

El 5 de febrero, andábamos limpiando una de las balsas que dan suministro de agua al complejo de Ruesta (albergue, restaurante, casa de la cultura…).

Febrero es época de reproducción de gran variedad de anfibios, por lo que uno de los objetivos era preservar la vida de quienes estuviesen en fase reproductora en la alberca a limpiar.

Aunque aparecieron un par de ranas adultas, parece ser que éstas aún no estaban en el ajetreo de la reproducción. Tampoco se observaron sapos, que son más tempraneros que las ranas, de modo que sólo estaban allí ya los tritones, que son los más “madrugadores”.

Se rescataron más de dos centenares de tritones palmeados (Lissotritón helveticus). Más de la mitad de ellos, se dejaron en el entorno de la balsa para que retornasen a la misma cuando estuviese de nuevo con agua en las próximas horas. El resto, fueron ubicados en una balsa madura. El objetivo de dividir la población, es que al eliminar el lodo y con él los pequeños invertebrados de los que se alimentan, no hubiese un problema grave de falta de alimento al reintroducir la población inicial en su totalidad.

Las algas que tapizan las paredes no se han retirado de forma que supusieran un refugio de microfauna de la que se alimentarán las larvas de los tritones y a la vez, soporte donde los tritones adultos puedan hacer su puesta. La merma de los adultos reproductores se compensará con la disminución de los depredadores, como las ninfas de libélulas grandes o las larvas de los escarabajos de agua dulce,(Ditiscus sp.) cuyos adultos se hicieron notar.

Los tritones, en sus diferentes especies, se conocen también como guardafuentes. Incompatible su presencia con la de los peces y el cangrejo de río, ocupan de forma preferente pequeñas balsas de riego, abrevaderos y fuentes. El recrecimiento de Yesa supondrá la desaparición de los lugares en los que esta población vive, pues las fuentes quedarán sumergidas en caso de inundación en la cota más alta. Esta situación, requerirá habilitar de nuevo lugares donde estos animales se puedan desarrollar libremente más arriba de la cota máxima de llenado del pantano.

Hemos tenido intercambio de ideas y es probable que comencemos a habilitar refugios a los que poder trasladar la población. De este modo, los guardafuentes que poblaban los puntos de agua que salpicaban el camino de Santiago podrán seguir viviendo en su trazado si bien, ya no en las fuentes históricas sino en los nuevos abrevaderos. Uno de ellos, muy bien podría ser el abrevadero hallado en el desbroce del núcleo de viviendas derruidas al oeste del pueblo.

Ruesta vive aún en los olivos que volverán a ver la luz en las próximas semanas, cuando sean liberados de la competencia del pino repoblado. Poco a poco, la vida volverá a pesar del empeño en hacerla desaparecer.

Macho de tritón palmeado. Se aprecian los pies palmeados y oscuros.

Los tritones que hay en las balsas, son como ya hemos dicho, tritones palmeados. En esta época, los machos que sufren un cambio en su cuerpo tomando la librea reproductora, adquieren la palmeadura de sus patas traseras, sufren la aparición de una leve cresta en lomo y cola y también la aparición de un filamento al final de esta de unos 5mm. Los machos, se pondrán frente a las hembras, ligeramente a un costado de las mismas y doblando la cola hacia adelante, la agitarán de forma rápida impulsando una corriente de agua hacia el rostro de la hembra. Es el cortejo. El macho, depositará un paquete con sus espermatozoides que la hembra introducirá en su cloaca para fertilizar los huevos en su interior. Después depositando los huevos uno a uno de forma delicada en las diminutas hojas de la vegetación acuática, realizará la puesta completa, para una vez terminada, salir del agua y vivir una fase de vida terrestre hasta el año siguiente. Las larvas, vivirán un tiempo en el agua hasta que realicen la metamorfosis llevando vida terrestre hasta que cuando alcancen la madurez sexual, vuelvan de nuevo a guardar las fuentes como hicieran durante milenios sus ancestros.

Hembra de tritón palmeado. Se aprecia el abdomen hinchado por los huevos del interior.

Muchísimas gracias a los compañeros de la Sección Sindical del Ayuntamiento de Zaragoza, que hicieron un gran trabajo y a Carlos L., por su buen hacer, sus conocimientos, su cariño por los bichitos rescatados y por redactar este texto explicativo.