27 de diciembre 2017: colapsa la bóveda de la antigua parroquia de Ruesta derrumbándose. CGT lleva más de 20 años exigiendo a la CHEbro la protección del patrimonio histórico-cultural de Ruesta.
Tras el derrumbe el pasado 27 de diciembre del techo de la iglesia de Santa María, la CGT vuelve a plantear la necesaria y urgente implicación de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en relación a los compromisos adquiridos con la CGT, y la sociedad en general, para la protección del patrimonio histórico cultural de Ruesta y los intereses socio-económicos de las Cinco Villas y la Jacetania.
Estos compromisos tienen bastantes años y han estado encaminados a la recuperación de los edificios más importantes de esta localidad. En este sentido, y desde que CGT se hiciera cargo de la cesión del pueblo a principios de los 90, se han rehabilitado 3 de los antiguos inmuebles de Ruesta.
Las relaciones de “colaboración” con la CHE se han visto “afectadas” tras el anuncio de las obras de recrecimiento del embalse de Yesa en 2009. Nos oponemos a estas obras por varios motivos entre los que están el grave riesgo sísmico, importantes impactos medioambientales, como la destrucción de una importante área en la que se desarrollan diferentes biotipos y ecosistemas, o daños en el patrimonio histórico-cultural de Ruesta entre los que se cuentan las agresiones al Camino de Santiago francés a su paso por Aragón.