‘Ruesta Vive’ se celebra por tercer año consecutivo en un entorno natural único del prepirineo aragonés
Ruesta volverá a acoger el próximo 27 de abril el encuentro anual de antiguos habitantes de la localidad en las ya conocidas jornadas ‘Ruesta Vive’, organizadas por la Confederación General del Trabajo (CGT) y el Ayuntamiento de Urriés.
Durante este emotivo encuentro, las personas que nacieron y/o vivieron en Ruesta pueden volver a ver a sus amigos y familiares, compartir experiencias y visitar algunas zonas y calles del pueblo.
Ruesta volverá a acoger el próximo 27 de abril el encuentro anual de antiguos habitantes de la localidad en las ya conocidas jornadas ‘Ruesta Vive’, organizadas por la Confederación General del Trabajo (CGT) y el Ayuntamiento de Urriés.
Durante este emotivo encuentro, las personas que nacieron y/o vivieron en Ruesta pueden volver a ver a sus amigos y familiares, compartir experiencias y visitar algunas zonas y calles del pueblo.
Ruesta quedó prácticamente abandonado a principios de los años 60 del siglo XX, cuando la construcción del embalse de Yesa terminó con la principal forma de vida de esta localidad aragonesa, inundando casi la totalidad de las tierras de cultivo del municipio. Muchas familias se vieron obligadas a abandonar su pueblo natal, dejando atrás importantísimas vivencias y recuerdos. .
A finales de los años 80, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) –propietaria del pueblo- otorgó a la CGT la cesión del municipio. Desde entonces, los anarcosindicalistas han adoptado entre sus compromisos el de recuperar y proteger el patrimonio histórico-cultural de Ruesta.
Con este tipo de eventos, la CGT continúa poniendo el acento en la necesidad de exigir a la Administración Pública un compromiso de colaboración real y estable por la recuperación y el mantenimiento de su patrimonio, evitando episodios como el colapso de parte de la cubierta de la iglesia que se produjo en diciembre de 2017.
En este sentido, CGT muestra su satisfacción por las obras recién iniciadas, y que venía demandando desde hace años, con el fin de consolidar los edificios situados en el tramo del Camino de Santiago que transcurre por el casco urbano y por el que transitan anualmente centenares de peregrinos y peregrinas de todo el mundo.